Una de los temas que dejó en evidencia la crisis sanitaria fue la necesidad de compatibilizar trabajo, familia y tiempo personal como una responsabilidad social y colectiva que traspasa las fronteras de lo que se consideraba como “beneficio laboral”, En el mismo sentido, la transformación de la concepción de las personas como “recurso humano” hacia la “gestión de personas” como factor productivo sensibiliza el impacto que de estas iniciativas tienen en el acontecer humano y social como un derecho al ser en el quehacer. Si bien la concientización e implementación es de más largo aliento, el marco legal otorga un piso mínimo para su desarrollo.
En lo personal he tenido la posibilidad de mayor flexibilidad que la media, no obstante queda mucho por recorrer en espacios o actividades laborales donde la presencia física sigue siendo determinante.